El próximo referendo sobre la redistribución de los tributos nacionales representa, sin duda, una oportunidad histórica para Colombia. Con más de 512,000 firmas recolectadas y una meta ambiciosa de 3.5 millones, este referendo no es solo un ejercicio de democracia participativa; por el contrario, es un llamado a transformar la manera en que se gestionan y distribuyen los recursos en nuestro país.
La propuesta es clara y, además, revolucionaria: transferir los impuestos sobre la renta y el patrimonio, actualmente gestionados por la Nación, a los departamentos y al Distrito Capital. Esta medida no es una simple redistribución de recursos, sino un paso hacia una mayor autonomía fiscal para las regiones, permitiendo, de esta manera, que los ingresos generados localmente permanezcan en sus respectivos territorios.
La importancia de este referendo radica, sobre todo, en su capacidad para empoderar a las regiones y, por ende, reducir su dependencia de las transferencias nacionales. Hoy en día, los departamentos enfrentan una alta dependencia del Sistema General de Participaciones, lo que, en consecuencia, limita su capacidad para implementar proyectos clave y abordar necesidades locales de manera efectiva. Al permitir que los departamentos y el Distrito Capital recauden y gestionen estos impuestos, se les otorgará una autonomía que les permitirá:
En términos concretos, el referendo podría, en efecto, transformar el panorama económico y social en regiones como La Guajira, Chocó, Cesar, Córdoba, Sucre, Antioquia, Arauca, Casanare, Guainía, Guaviare, Meta, Vaupés y Vichada, ya que los recursos podrían ser utilizados para proyectos vitales, que van desde la construcción de vías hasta la mejora del saneamiento básico, infraestructura educativa y de salud, lo cual es fundamental para garantizar el derecho a la vida. La autonomía fiscal permitiría, en consecuencia, a estas regiones planificar y ejecutar proyectos que respondan mejor a sus necesidades y prioridades.
Con más de 512,000 firmas recolectadas, estamos avanzando; sin embargo, aún queda camino por recorrer. La meta de 3.5 millones es ambiciosa y, por lo tanto, su consecución dependerá del compromiso y la participación activa de todos los ciudadanos. Este referendo es, sin duda, nuestra oportunidad para exigir un cambio real en la forma en que se administran nuestros recursos y en la autonomía de nuestras regiones.
El referendo no es solo una cuestión de cifras y firmas; más bien, es una oportunidad para reimaginar la estructura fiscal del país y, a su vez, garantizar que las regiones tengan el control y los recursos necesarios para prosperar. Es, por tanto, el momento de actuar, de hacer oír nuestra voz y de trabajar por un futuro donde cada región pueda alcanzar su pleno potencial. Participa, firma y contribuye a un cambio que beneficiará a Colombia en su conjunto.
FUENTE: https://alponiente.com/
noviembre 13
noviembre 8
noviembre 5