El centralismo fiscal ha fallado a la hora de atender las necesidades de los territorios y quienes de verdad conocen de primera mano dichas carencias, se ven limitados a la hora de atenderlas.

Cuando pagamos impuestos contribuimos al desarrollo del país, pues ese dinero es esencial para que las regiones ejecuten los planes de desarrollo por los que votamos cada 4 años en las urnas.

Sin embargo, esos recursos que pagamos en nuestros departamentos viajan desde las regiones hacia el Gobierno Central que decide cuánto le devuelve a cada departamento a través del Sistema General de Participación, pero solo una pequeña parte de este recaudo regresa a los territorios. Con el poco dinero que les queda, las regiones tienen que arreglársela para hacer escuelas, hospitales, carreteras, ayudar a los más necesitados y combatir el hambre, mientras el resto del presupuesto que se queda en el Gobierno Nacional alimentando el cáncer de la corrupción. Absurdo, ¿cierto?

El centralismo fiscal, que se aleja de lo promulgado en la Constitución de 1991, ha fallado a la hora de atender las necesidades de los territorios y quienes de verdad conocen de primera mano dichas carencias, se ven limitados a la hora de atenderlas. Para corregir este error que mantiene en el atraso y la injusticia a nuestros departamentos debemos impulsar el Referendo por la Autonomía Fiscal para las Regiones “Por las Regiones, Firme”, una iniciativa que busca una distribución más equitativa de los recursos, haciendo que cada región disponga de más dinero para ejecutar sus propios proyectos.

Queremos que los recursos que se generan en las regiones se queden en las regiones. Suficientes casos de corrupción hemos visto ya en el Chocó y La Guajira protagonizados por el mal manejo de nuestros impuestos que hace el Gobierno Central, mientras las regiones se ven con recursos limitados para atender las necesidades de su población. Lo que se busca es simple: que los impuestos de renta y patrimonio se queden en los departamentos y así, cada uno de ellos duplicaría sus ingresos. Además, se busca crear un fondo solidario a través del cual los departamentos que más recaudan ayuden a los que menos lo hacen, dejando de lado la excesiva dependencia al Gobierno Nacional y fortaleciendo las redes solidarias entre las distintas regiones.

Apoyando este referendo, nuestro Valle del Cauca pasaría de recibir menos de 5 billones a disponer de más de 10 billones de pesos anuales para mejorar la calidad de vida de nuestra gente.

La autonomía fiscal es esencial para el desarrollo regional en Colombia, pero requiere un equilibrio entre la independencia local y la cohesión nacional, así como un enfoque en la equidad y la sostenibilidad.

Para sumarse a esta iniciativa visita porlasregionesfirme.com y descarga el formulario para la recolección de firmas, pues para poder acudir a las urnas, necesitamos 3.5 millones de firmas antes del 28 de diciembre. Sigue las redes sociales de @porlasregionesfirme y entérate de todos los beneficios que traería este Referendo a nuestro país.

FUENTE: https://www.noticiasrcn.com